El personaje de hoy va dedicado a Blas de Lezo, guipuzcuano (1687-1741) considerado uno de los mayores estrategas de la Armada española. Siendo adolescente se enrola en la armada, y con diecisiete pierde la pierna izquierda al estar bajo el mando del conde de Touluse, que manejaba la escuadra francesa (aliada con España) en la Guerra de Sucesión (1704-1714).
Su mayor actuación será cuando tenga que resistir ante la segunda flota más grande de la historia- 195 barcos- con tan solo seis navíos , 3000 hombres, 600 indios flecheros, más la marinería y tropa de infantería de marina de los seis navíos de guerra que disponía la ciudad, frente a la gran envergadura de material bélico y personal enviados por Inglaterra. No obstante, el marino español tenía como ventaja un terreno que podía dar juego estratégico a la hora de hacer frente al enemigo, dado que el acceso a la ciudad de Cartagena, tan solo se podía acceder por Bocachica o por Bocagrande, las cuales estaban además protegidas por fuertes. En dichas dos entradas colocaron dos buques, y dio órdenes para que, en caso que se vieran superados, los hundieran y así bloquear el acceso a la ciudad portuaria.
Tras una aparente victoria inglesa, tan solo les quedaba por tomar la fortaleza de san Felipe, donde tan solo resistían 600 hombres de Lezo. Para evitar un ataque frontal contra el fuerte, el mando inglés decide rodear el fuerte, lo cual implicó bajas en su bando al verse obligados de cruzar la jungla. Al llegar a la parte posterior del fuerte, deciden asaltarlo con escalas, pero había un problema: Lezo había cavado un foso para aumentar la altitud de sus defensas, de manera que pudieron resistir e inflingir bajas decisivas. Ante el golpe psicológico, a la mañana siguiente el almirante sale con su reducido número de hombres y carga contra el enemigo, que se ve obligado a replegar hacia sus embarcaciones, y finalmente huir a las islas británicas.
Retrato de Blas de Lezo
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