No nos debe de extrañar que la prensa sirva como arma para poner de parte de la opinión pública, una confrontación bajo la cual existan intereses económicos. Nos referimos, al conflicto estadounidense contra España en 1898 por la posesión de la isla cubana, la cual era uno de los últimos reductos del ''viejo león español'' que tenía sus días contados en materia colonial.
Ambos países se menospreciaban, así en el caso español veían a los norteamericanos como un pueblo arrogante y de segundo orden creyendo que serían fácilmente vencidos en una guerra que se avecinaba. De éste modo, la prensa española pretendía mantener la idea a la población, que España seguía siendo una potencia económica y militar a nivel mundial a finales del siglo XIX. Se sabe, que muchos de éstos periódicos que animaron la guerra, estaban controlados por una oligarquía que tenía intereses económicos en la isla caribeña; y que veía ahora peligrar sus preciados ingresos. De éste modo, ante una población mayoritariamente analfabeta, pudieron ganarse a las masas. Además, se suma el hecho, que el propio gobierno contribuyó al engaño tras falsificar informes falsos sobre el poder militar de la nación. De modo, que remitiéndose a hazañas de un pasado mejor, pudieron ganarse la opinión pública.
Por su parte, los norteamericanos tenían de igual modo, la vista puesta en la isla cubana y no obviaron por publicar historias rocambolescas sobre España. Entre todos los rotativos, destacaron ''The World'' y el ''Journal''. Ambos disputaban de una gran rivalidad y fueron ganando millones de dólares a medida que las tensiones entre las dos naciones crecía. Con la llegada del General Weyler a Cuba, con el fin de acabar con la insurrección, muchos fueron los corresponsales que se desplazaron a la isla para cubrir la noticia realizando crónicas para sus periódicos. Uno de ellos, perteneciente al periódico ''The Journal'', tras comprobar que no sucedía nada, recibió órdenes de su superior (Williams Randolphs Hearts) que se inventasen sucesos. Al comprobar que la población norteamericana no se terminaba de decantar por un conflicto, consiguió interceptar una carta del embajador español, donde se descalificaba gravemente a su presidente; de manera que fue decisiva para desencadenar la indignación americana. Sin embargo, sería el hundimiento del barco ''Maine'' el que haría estallar la guerra, al tachar el ''Journal'' a España de culpable, así lo demostró uno de sus titulares ''El Maine partido en dos en la Habana por un infernal artefacto del enemigo''. Además de hacer célebre una frase: '' Recordad al Maine y al infierno con España''.
Visión americana del conflicto |
Visión española |
Por tanto, podemos observar a través de las dos imágenes como veían el conflicto americanos y españoles, y cómo sirvió la llamada Prensa amarilla para alentar, por medio de la sátira, un suceso trágico, como fue la Guerra de Cuba en 1898.
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