miércoles, 28 de octubre de 2015

LA SÁTIRA EN EL XIX


                                              ''SATIRIZANDO EN EL XIX''
Como ya vimos hace unas semanas, una manera de  mostrar la opinión pública es  llevar a cabo sátiras que se incluían para posicionarse políticamente en una España  en la que hasta el siglo XVIII, tan solo tenían cabida los grupos aristocráticos vinculados con el poder. Esto no quería decir que no existiese una opinión pública; tan solo que estaba oculta para evitar represalias del Antiguo Régimen, pues  no se podía divulgar pensamientos que fuesen en contra de la Iglesia  y el sistema.  Por tanto,  la información era unidireccional.

A raíz de la invasión napoleónica, se va a dar una exaltación de ideas, críticas, osea, la emersión de una opinión pública que  hasta la fecha se encontraba en estado latente, y que ahora,  desarticulado el poder a causa de la invasión francesa  sale a la luz. No obstante, las  opiniones críticas en estas fechas van a ir cargadas de connotaciones patrióticas (aunque también tenían cabida las de tipo político). Sin embargo, Una vez, que el rey vuelve, va a tratar de  romper con  todo  el progreso  conseguido con los liberales durante su  Trienio. En respuesta, el monarca  va a pedir ayuda al resto de potencias  que conformaban el Antiguo Régimen para  obtener de nuevo plenos poderes.

En este contexto, se sitúa el primer  grabado que vamos a tratar. De tipo satírico, fue   creado  a través de  la técnica del ''aguafuerte iluminado'',  donde un  voluminoso rey   Luis XVIII trata de calzarse  las botas mientras  la corona cae en manos del comandante que dirige a los  Cien mil hijos de San Luis, Luis Antonio de Borbón, duque de Angulema. En la parte inferior, reza la leyenda, en la que se explica que  el monarca, a pesar de untarse grasa de haba, no consigue  calzarse  las botas de Napoleón al quedarles pequeñas.  Se trata de una curiosa estampa, la cual es anónima (para evitar que se tomaran represalias), y que quizás fuese publicada dentro de esa ''periodicomanía''  que se lleva a cabo durante el Trienio.

Sátira de Luis XVIII



Mientras que en la imagen  inferior,  aparece a un retrato caricaturizado de Napoleón, cuyo rostro  lo conforman multitud de caras de todas las víctimas que  perecieron bajo su yugo. Claro está, que es  también una sátira que viene a decirnos el mal que trajo su presencia, por medio de un conjunto de  descalificativos hacia su figura. La técnica empleada, fue la del ''aguafuerte y buril'' para dar relieve  a la imagen. Era la Real Academia de San Fernando, la que premiaba la labor de los artistas,al igual que promovían temáticas para  los concursos;ya que  desde el poder  se incentivaba  el talento de los grabadores.
Sátira dedicada a Napoleón. Autor desconocido







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