jueves, 1 de octubre de 2015

PROPAGANDA ANTI FRANCESA (GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE ESPAÑA s. XIX)

La foto del día va sobre  la crítica española  ante la presencia de José I  como rey de España, dado que Carlos IV y Fernando VII se encontraban  retenidos en Bayona. Debido a ello, Napoleón Bonaparte instauró su poder  eligiendo como candidato a su propio hermano José I. Ante la disconformidad  del pueblo español a que un extranjero les gobernase, comenzaron a caerle críticas a modo de sátiras a José Bonaparte  tachándolo  de  alcohólico; de ahí que le apodasen ''Pepe botella'' como se puede apreciar en la imagen.

De ésta forma, el texto y la imagen cargadas de sátira y humor,  se convirtieron en armas para arremeter  contra  el invasor francés,  gracias a lo que llamamos  hoy  como  Corriente de opinión. Se dieron en una época, en la que las tropas francesas  tenían ocupadas tres cuartas partes de la Península, a excepción de Cádiz y San Fernando. Dada, la inoperancia  de las cortes, y la ausencia del rey,  desde 1808 hubo un estallido de  opinión pública (dos años antes que se emitiera el Reglamento de Imprenta de 1810), que hasta entonces se había mantenido en el anonimato denunciando en  muchos casos  la corrupción, y diversos problemas  políticos y sociales a los que se tenían que enfrentar ese  conjunto de población que disponía de medios  e instrucción para poder consumir  y elaborar la información: la incipiente burguesía. Una burguesía que se emancipa a finales del XVIII  en Francia de la nobleza y va a tratar de construir su propia realidad social. Sin embargo,   en España, debido a la presencia  de pilares inmovilistas, va a hacer que    se ralentice mucho más el proceso, a lo que se le suma  las grandes trabas burocráticas para poder  publicar, no pudiendo ser hasta  el establecimiento del Sistema Liberal  cuando comiencen a gozar de un mayor margen para poder emitir esa anhelada opinión pública de forma permanente, bajo distintas leyes de imprenta, leyes que  en mayor o menor medida  aun seguían  obstaculizando la difusión de  determinados tipos de información. Así lo  demostró la Ley de Imprenta de 1834, donde  era necesario obtener  una licencia de imprenta, para poder  realizar publicaciones científicas, literarias, etc,  además de contar con un editor responsable,  que se hiciera cargo de las posibles infracciones; de ahí  el establecimiento de un sistema censitario  para  ocupar el cargo. 

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